Los gatos son carnívoros estrictos, y su dieta natural no incluye leche ni productos lácteos. Por lo tanto, la respuesta corta a la pregunta de si los gatos pueden comer queso es sí, pero con moderación.
Los gatos bebés, al igual que los humanos, pueden digerir la lactosa de la leche materna. Sin embargo, a medida que los gatos crecen, su capacidad para digerir la lactosa disminuye. Por lo tanto, los gatos adultos son intolerantes a la lactosa, y el consumo de leche o productos lácteos puede causarles malestar estomacal, diarrea y vómitos.
El queso es un producto lácteo, y por lo tanto, los gatos adultos pueden tener problemas para digerirlo. Sin embargo, el queso es una fuente de proteínas, calcio y otros nutrientes que pueden ser beneficiosos para los gatos. Por lo tanto, es posible que los gatos puedan comer queso con moderación, siempre y cuando no les cause malestar estomacal.
¿Qué tipos de queso pueden comer los gatos?
Pues, lo primero es saber cuál es la composición química del queso. El queso está compuesto por los siguientes componentes:
- Proteínas: Las proteínas son el componente principal del queso, y representan entre el 20 y el 40% del peso seco del queso. La proteína principal del queso es la caseína, no obstante aunque goce de mucha popularidad, pues incluso hay batidos de proteína en polvo que se venden con la promesa de aumentar el rendimiento físico y la masa muscular. Lo cierto es que la caseína es un antinutriente, así que incluso para el dueño del gato debería ser consumido sin exceso.
- Lípidos: Los lípidos, también conocidos como grasas, representan entre el 20 y el 40% del peso seco del queso. Los lípidos del queso proporcionan energía y ayudan a darle sabor y textura al queso.
- Hidratos de carbono: Los hidratos de carbono representan entre un 5 y 10% del peso seco del queso. Los hidratos de carbono del queso provienen principalmente de la lactosa, un azúcar que se encuentra en la leche.
- Minerales: Los minerales representan entre el 2 y el 5% del peso seco del queso. Los minerales más importantes del queso son el calcio, el fósforo, el potasio y el sodio.
- Agua: El agua representa entre el 30 y el 50% del peso del queso.
Los gatos pueden comer una variedad de quesos, pero es importante elegir quesos bajos en lactosa y sodio. Para esto deberemos escoger aquellos ejemplares que pasan por un tiempo de maduración más prolongado, ya que de esa manera y gracias a la acción de las bacterias que se utilizan en dicho proceso de fermentación, la lactosa restante se convierte en ácido láctico.
Los quesos duros, como el cheddar, el parmesano, manchego y el gruyère, son buenas opciones para los gatos. Estos quesos son bajos en lactosa y sodio; pero ricos en proteínas y calcio.
Los quesos blandos, como el brie, el camembert y el queso crema, también pueden ser consumidos por los gatos, pero en cantidades más pequeñas. Estos quesos son más altos en lactosa y sodio, por lo que pueden causar malestar estomacal en los gatos.
Además de evitar los quesos frescos, fácilmente reconocibles por su humedad y color blanco, pues estos todavía tienen altos niveles de lactosa; otro aspecto importante es el del sodio, debido a que los quesos en su proceso normal de curado, son sumergidos en salmuera y ya sabemos que la sal es perjudicial para nuestros mininos, pues sus riñones son sensibles al sodio, causando obstrucciones, piedras y en el peor de los casos, insuficiencia renal, por eso es que no recomiendo la comida procesada, llámese gatarina, pienso, pepitas, etc.
¿Cuánto queso pueden comer los gatos?
La cantidad de queso que puede comer un gato depende de su tamaño y de su tolerancia individual. En general, es recomendable dar a los gatos adultos solo una pequeña cantidad de queso, del tamaño de un dado, de vez en cuando.
Si le das queso a tu gato, es importante vigilarlo de cerca para detectar signos de malestar estomacal. Si tu gato presenta diarrea, vómitos o otros problemas digestivos, deja de darle queso de inmediato y consulta con un veterinario.
Consejos para dar queso a los gatos
- Evita quesos con bajo tiempo de maduración.
- Dale a tu gato solo una pequeña cantidad de queso, a modo de golosina.
- Vigila a tu gato de cerca para detectar signos de malestar estomacal.
Si tu gato tiene problemas de salud, como diabetes o problemas renales, consulta con tu veterinario antes de darle queso.
