Cómo enseñar a tu gato a usar el inodoro humano: consejos y beneficios

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¿Te gustaría que tu gato dejara de usar la arena y aprendiera a usar el inodoro humano? Pues debes saber que es posible y que tiene muchas ventajas tanto para ti como para tu felino. En este artículo te explicamos cómo enseñar a tu gato a usar el inodoro humano paso a paso, y qué beneficios tiene para su salud y bienestar.

¿Por qué enseñar a tu gato a usar el inodoro humano?

Los gatos son animales muy inteligentes y curiosos, que pueden aprender a hacer muchas cosas con un poco de paciencia y refuerzo positivo. Una de las habilidades más útiles y divertidas que puedes enseñarle a tu gato es a usar el inodoro humano. Estas son algunas de las razones por las que deberías hacerlo:

  • Te ahorrarás el tener que limpiar y cambiar la arena, lo que supone un ahorro de tiempo y dinero, y una reducción de los malos olores y el polvo en casa.
  • Tu gato se sentirá más cómodo e higiénico, ya que no tendrá que entrar en contacto con sus propios desechos ni con los de otros gatos, lo que puede evitar problemas de salud como infecciones urinarias o parasitarias.
  • Es una forma de estimular su mente y fortalecer el vínculo entre ambos, ya que le estarás enseñando algo nuevo y le estarás premiando por su buen comportamiento.

¿Cómo enseñar a tu gato a usar el inodoro humano?

Para enseñar a tu gato a usar el inodoro humano, necesitarás un adaptador especial que se coloca sobre la taza y que tiene un agujero en el centro. Este adaptador se puede comprar en tiendas de mascotas o por internet, o también lo puedes hacer tú mismo con un recipiente de plástico. El proceso de enseñanza se divide en varias fases:

  • Primera fase: coloca el adaptador sobre el inodoro con un poco de arena dentro, y deja que tu gato se acostumbre a usarlo como si fuera su arenero habitual. Puedes ponerle un premio o un juguete cerca para motivarlo. Si tu gato usa otro inodoro de la casa, cierra la puerta o ponle una barrera para que solo pueda acceder al que tiene el adaptador.
  • Segunda fase: cuando tu gato use el adaptador con regularidad, reduce la cantidad de arena que le pones, y agranda el agujero del centro. Así tu gato se irá familiarizando con la sensación de hacer sus necesidades sobre el agua. Si ves que tu gato se resiste o se asusta, vuelve a la fase anterior y avanza más despacio.
  • Tercera fase: cuando tu gato ya no necesite arena para usar el adaptador, quítalo por completo y deja que tu gato use el inodoro humano directamente. Puedes ponerle una alfombra o una toalla al lado para que pueda limpiarse las patas después. Recuerda dejar siempre la tapa levantada y la puerta abierta para que tu gato pueda acceder al inodoro cuando quiera.

Preguntas frecuentes sobre cómo enseñar a tu gato a usar el inodoro humano

  • ¿Cuánto tiempo tarda un gato en aprender a usar el inodoro humano?

Depende de cada gato y de su personalidad, edad y nivel de aprendizaje. Algunos gatos pueden aprender en unas semanas, mientras que otros pueden tardar meses. Lo importante es ser paciente y respetar el ritmo de tu gato, sin forzarlo ni regañarlo.

  • ¿Qué hacer si mi gato se niega a usar el inodoro humano?

Si tu gato se niega a usar el inodoro humano, puede que no se sienta cómodo o seguro con el cambio. En ese caso, puedes intentar lo siguiente:

  • Vuelve a la fase anterior y dale más tiempo para que se adapte.
  • Prueba con otro tipo de adaptador o de inodoro, que sea más grande o más pequeño, o que tenga una forma diferente.
  • Asegúrate de que el inodoro esté limpio y sin olores fuertes que puedan molestar a tu gato.
  • Dale mucho cariño y atención a tu gato, y prémialo con golosinas o juegos cada vez que use el inodoro.
  • ¿Es malo para el gato usar el inodoro humano?

No, siempre y cuando el gato lo haga de forma voluntaria y sin estrés. Usar el inodoro humano puede ser beneficioso para el gato, ya que le aporta comodidad, higiene y estimulación mental. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el gato puede perder su instinto natural de enterrar sus desechos, lo que puede dificultar su adaptación si algún día tiene que volver a usar la arena. Por eso, es recomendable mantener un arenero disponible por si el gato lo necesita.

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