Los gatos son animales independientes y reservados por naturaleza, pero a veces pueden volverse ariscos o incluso agresivos. Esto puede deberse a una variedad de factores, como una experiencia traumática, un entorno estresante o una enfermedad. Si tienes un gato arisco, es importante ser paciente y comprensivo, y seguir algunos consejos para ayudarlo a volver a ser dócil.
1. Respeta el espacio de tu gato
Lo más importante que puedes hacer es respetar el espacio de tu gato. Si se aleja de ti o se muestra agresivo, no lo fuerces a interactuar contigo. Dale tiempo para que se acostumbre a tu presencia, a tu olor y te conozca mejor.
2. Ofrécele un lugar seguro
Un gato arisco necesita un lugar donde se sienta seguro al que pueda retirarse cuando se sienta estresado o amenazado. Esto podría ser una caja casa, un armario o una habitación cerrada. Asegúrate de que este lugar esté libre de ruidos u otros elementos que puedan estresarlo.
3. Dale tiempo
Ganarse la confianza de un gato arisco lleva tiempo y paciencia. No esperes que cambie de la noche a la mañana. Sigue interactuando con él de manera calmada y positiva, y eventualmente comenzará a sentirse más cómodo contigo.
4. Haz que las interacciones sean positivas
Cuando interactúes con tu gato, asegúrate de que sean experiencias positivas. Háblale con voz suave, ofrécele golosinas y elogios; y evita forzarlo a hacer nada que no quiera hacer. Una opción muy buena para empezar a tener contacto con el, es usar un rascador de espalda, con el que puedas acariciarlo sin tener contacto directo, respetando su espacio personal y estando fuera de su rango de ataque.
5. Recurre a un profesional
Si has probado todos estos consejos y tu gato sigue siendo arisco, es posible que necesites la ayuda de un profesional. Un etólogo felino puede ayudarte a identificar la causa del comportamiento de tu gato y desarrollar un plan de tratamiento.
Consejos adicionales
- Intenta reducir el estrés en el entorno de tu gato. Esto podría significar mantener un ambiente tranquilo y silencioso, o evitar cambios repentinos en su rutina.
- Ofrécele a tu gato juguetes y actividades para mantenerlo ocupado y entretenido. Esto puede ayudar a reducir su ansiedad y estrés.
- Si tu gato tiene una enfermedad, asegúrate de que reciba tratamiento. Una enfermedad subyacente puede ser la causa de su comportamiento arisco.
Con paciencia y comprensión, puedes ayudar a tu gato a superar su miedo y a convertirse en un compañero dócil y amoroso.