Los gatos son animales muy ágiles y flexibles, gracias a su esqueleto y su sistema muscular. A continuación, te hablaré sobre algunos aspectos de la anatomía de los gatos relacionados con el tema que me has pedido.
El esqueleto de los gatos está formado por unos 244 huesos, que se articulan entre sí para permitir el movimiento. La columna vertebral se divide en cinco regiones: cervical, torácica, lumbar, sacra y caudal. Los discos intervertebrales son los que otorgan la elasticidad y la capacidad de girar el cuerpo1. La cola es una prolongación de la columna vertebral, que tiene unas 20 vértebras caudales y ayuda al equilibrio y la comunicación2.
El sistema muscular de los gatos se compone de tres tipos de tejidos: el músculo estriado esquelético, el músculo estriado cardíaco y el músculo liso. El músculo estriado esquelético es el que se encarga de mover los huesos y se encuentra bajo el control voluntario del sistema nervioso. El músculo estriado cardíaco forma el corazón y se contrae de forma automática e involuntaria. El músculo liso forma parte de las paredes de los órganos internos, como el estómago o los intestinos, y se regula por el sistema nervioso autónomo.
Los músculos estriados esqueléticos se insertan en los huesos mediante tendones y se clasifican según su forma, su función o su localización. Algunos de los músculos más importantes para el desempeño atlético de los gatos son los siguientes:
Los músculos extensores y flexores de las extremidades, que permiten al gato caminar, correr, saltar y trepar. Estos músculos se encuentran en las patas delanteras y traseras y se caracterizan por ser potentes y rápidos. Los gatos tienen la capacidad de retraer y extender sus garras, gracias a unos músculos especiales llamados retractores y protractores.
Los músculos del cuello y la cabeza, que le dan al gato una gran movilidad y precisión para orientar sus sentidos. Estos músculos se encargan de girar, inclinar y elevar la cabeza, así como de mover las orejas y los ojos. Los gatos tienen un oído muy agudo y una visión nocturna excelente, lo que les hace ser unos cazadores eficaces5.
Los músculos abdominales, que sostienen los órganos internos y participan en la respiración y la defecación. Estos músculos también intervienen en el arqueo de la espalda, que es una postura típica de los gatos cuando se sienten amenazados o asustados.
Los músculos estriados esqueléticos están formados por células alargadas llamadas fibras musculares, que se agrupan en haces llamados fascículos. Cada fibra muscular contiene unas estructuras cilíndricas llamadas miofibrillas, que a su vez están compuestas por filamentos de proteínas contráctiles: la actina y la miosina. Estos filamentos se deslizan unos sobre otros cuando el músculo se contrae o se relaja.
Existen dos tipos de fibras musculares estriadas esqueléticas: las de contracción rápida y las de contracción lenta. Las fibras de contracción rápida se activan cuando se requiere un esfuerzo intenso y breve, como un sprint o un salto. Estas fibras tienen un diámetro mayor, una mayor cantidad de miosina, una menor cantidad de mitocondrias y una menor resistencia a la fatiga. Las fibras de contracción lenta se activan cuando se requiere un esfuerzo moderado y prolongado, como una caminata o una carrera. Estas fibras tienen un diámetro menor, una menor cantidad de miosina, una mayor cantidad de mitocondrias y una mayor resistencia a la fatiga.
Los gatos tienen una proporción mayor de fibras de contracción rápida, también llamadas tipo 2, tipo B o blancas, lo que les confiere una gran capacidad para realizar movimientos explosivos y potentes, pero también una menor resistencia al ejercicio prolongado. De ahí su característica forma de cazar, que salvo en el caso de los guepardos que atrapan a su presa luego de una persecución abierta, todos los felinos son depredadores de emboscada, pues así aprovechan esa potencia y explosividad que los define. Los gatos son animales que alternan periodos de actividad intensa con periodos de descanso, adaptándose así a su naturaleza depredadora.
Con esto claro, tenemos que tener en cuenta dos cosas en relación a nuestros gatos domésticos:
- Los gatos mascotas estando en un ambiente donde no están obligados a procurarse su propio sustento y además con una fuente inagotable de alimento, tienden a engordar pues no necesitan contar con esas habilidades clave para poder cazar presas en un entorno silvestre.
- Los gatos hogareños, en su mayoría ya castrados/esterilizados son aún más propensos a la obesidad al verse privados de ciertas hormonas como la testosterona.
Por estas dos razones se vuelve crucial que usted le dedique tiempo a jugar con su gato en donde se realicen actividades aeróbicas, sacarlo a pasear, jugar con él o incluso hacerlo arrastrar algún peso que sea acorde con su tamaño. Pero siempre teniendo en cuenta que no son animales que destacan en la resistencia física, por lo que se van a cansar con rapidez.
De manera tal que pueda ayudarlo a mantener su estado físico natural, a la vez que evita enfermedades derivadas de la obesidad y el sedentarismo. Contribuyendo así a su salud y expectativa de vida.
